Por lo tanto, estamos seguros de que el GLP llega a nuestro reductor de presión (ver problema del sistema de GLP 1 y problema del sistema GLP 2), en este punto debemos entender si nuestro caso es: el coche no va completamente a gas, o va a gas pero va mal.
Hay que recordar como ya se mencionó en otro artículo, que el reductor de presión funciona gracias al agua caliente del motor, esto evita que en la fase de transición de estado del gas (para un principio físico de líquido a gaseoso resta calor al exterior) puede congelarse, si se congela el paso de gas se cierra y por lo tanto "¡un coche de gas no va!".
Asegurémonos de que haya agua dentro del circuito de refrigeración, que llegue correctamente y en la cantidad adecuada al reductor y sobre todo que el termostato funcione correctamente (los termostatos que permanecen abiertos especialmente en invierno hacen que el reductor se congele).
Una vez aquí una explicación básica es imprescindible, las sistemas se dividen en dos categorías principales: sistemas "tradicionales" también llamados sistemas mezcladores y sistemas de "inyección".
En el primer caso, el gas que sale del reductor llega a un mezclador que "mezclará" gas y aire que luego será aspirado (adecuadamente dosificado, mecánica o electrónicamente) aguas arriba del acelerador, en el segundo caso el gas será dosificado por inyectores eléctricos que, dependiendo de una serie de parámetros recibidos de una unidad de control, serán impulsados por el mismo con tiempos de inyección adecuadamente calculados. En los sistemas de inyección, el gas se inyecta a través de orificios hechos en el colector de admisión, lo más cerca posible del asiento de la válvula.
Luego llegamos al primer caso (sistema tradicional), el gas sale del reductor y va hacia el mezclador a través de un tubo generalmente hecho de goma; Antes de llegar al mezclador, sin embargo, se dosifica mediante un "grifo", mecánico en sistemas sin control de carburación, eléctrico en sistemas con control de carburación. En ambos casos, comprobamos que la tubería esté intacta, luego si el grifo es mecánico que no se ha cerrado accidentalmente (para tener un primer ajuste solo para comprobar el funcionamiento basta con cerrarlo todo y luego volver a abrirlo 2-3 vueltas), si todo está bien el coche debería funcionar. Para sistemas con grifo eléctrico, es bueno verificar que antes de cambiar a gas permanezca cerrado, en el momento de la apertura del interruptor.
Si todo funciona aquí también, el coche debería funcionar.